sábado, 29 de junio de 2013

Pasábamos de la risa al llanto.
De la confianza a la duda.
Del amor al odio.
Por momentos parecíamos atómos complementándose, y de a ratos detonabamos en sólo segundos.
Éramos como el sol y luna.
Como el viento y la lluvia.
De a poco se asomaba la tormenta, y al rato nos acaricia un rayo de luz.
Yo quería retenerla, abrazarla pero sus brotes de egoismo me lo impedian!
Y yo ahí intentando a pesar de esos cristales rotos que jamás van a volver a brillar en medio de tanta oscuridad.
Sostenía que podía, más aún, me encerraba insistiendo, no viendo.
No hacía falta largar ni una palabra..
Acaso, no has visto mi Luna en penumbras?
Acaso, pudo más tu deseo que la razón? (¡Asi fué!)
Me ves morir, caer, y no me agarrás.
Me empujás cada vez más, sin importar.
Caminamos en distintas veredas, distintas miradas, distintos sentimientos, distintos valores.
Yo estoy segura en la mía.. ¿vos?

Y de repente en medio de ese melodrama patético e iluso..
Te miro, te desnudo, te celo hasta el amanecer.
Sólo a vos! Mi fiel compañera: 


Mi Lunita Carnavalera.




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